La fitoterapia es la terapéutica que utiliza las plantas medicinales para prevenir o sanar una enfermedad o bien para curar pequeños trastornos como se ha hecho tradicionalmente. Esta ciencia nació casi con el hombre, ya que desde la prehistoria, éste ha aprendido a reconocer las plantas útiles para curar y ha transmitido ese conocimiento primero de forma oral y luego escrita.

En la actualidad existe una base científica que apoya la eficacia de muchos productos fitoterapéuticos para determinadas indicaciones. La ciencia ha sido siempre consciente del potencial de las plantas medicinales, debido a que históricamente se ha mostrado muy eficaz para la prevención y el tratamiento de afecciones leves y moderadas como por ejemplo de tipo gastrointestinal, resfriados, etc.

La fitoterapia incluye productos relativamente poco potentes (por ejemplo, capítulos de manzanilla, sumidad de espino blanco y sus extractos) o de potencia intermedia (como la flor de árnica y la raíz de regaliz) y excluye aquellos con un margen terapéutico estrecho (por ejemplo, la hoja de digital y sus principios activos, como la digoxina).